Antonio Morillas Rodríguez

Actor

 

Integrante de CTV Teatro

REFLEXIONES PERSONALES

(desde noviembre de 2011)

LA URGENTE REFORMA DE LA LEY ELECTORAL 11/11/2011

El próximo 20 de noviembre celebraremos las Elecciones Generales, utilizando una Ley Electoral que precisa de urgente reforma, para garantizar los derechos democráticos de la ciudadanía.  La Ley vigente se publicó el 9 de junio de 1985, hace más de 26 años y se elaboró tras una corta experiencia democrática de menos de ocho años, teniendo una pequeña y muy discutible reforma en enero de 2011.  Entre otros, hay al menos cinco grandes aspectos que deben ser reformados para una mayor garantía democrática.

 

En primer lugar, la proporcionalidad.  Con el sistema mayoritario actual, se prima de forma totalmente injusta a los grandes partidos, perjudicando notablemente a los pequeños, haciendo que el voto emitido a algunos partidos tenga mucho menos valor que a otros o que el peso de los residentes en algunos lugares sea muy superior al de otros.  Por ejemplo, en las Elecciones Generales de 2008, el Partido Socialista Obrero Español obtuvo un total de 11.064.524 votos, consiguiendo 169 diputados/as, con una media de 65.470 votos por diputado/a.  El Partido Popular obtuvo 10.169.973 votos, con 153 diputados/as, con una media de 66.470 votos por diputado/a.  Izquierda Unida obtuvo 963.040 votos, consiguiendo 2 diputados, a una media de 481.520 votos por diputado.  Convergencia y Unión obtuvo 774.317 votos, con 11 diputados/as, a una media de 70.392 votos por diputado/a.  Es evidente la manifiesta injusticia y falta de proporcionalidad de esta Ley.

 

Además, el sistema de reparto provincial de circunscripciones hace que los residentes en provincias de poca población salgan enormemente beneficiados.  Así, en Soria con 23.155 votos el PSOE obtuvo un diputado/a, mientras que en Sevilla, Izquierda Unida no obtuvo diputado con 57.913 votos o los 4 diputados del P.P. salieron a una media de 84.606 votos cada uno.  ¿Tiene más valor democrático un ciudadano de Soria que otro de Sevilla?

 

En segundo lugar, la modificación de la Ley Electoral de enero de este año, con la complacencia de todos los grupos parlamentarios, ha puesto trabas para la presentación de candidaturas a quienes no ostenten ya representación, obligándoles a recoger un porcentaje de firmas de apoyo, como ha tenido que hacer el Partido Andalucista, de larga tradición democrática en nuestra tierra.   En los tiempos que corren, con abstenciones que en algunas elecciones superan el 50%, no es lógico que se pongan trabas a la participación democrática.

 

En tercer lugar, tras estos años de experiencia democrática parece necesario establecer un sistema que permita que el ciudadano/a tenga más posibilidad de decidir, dentro de cada opción política, a que personas quiere votar  El sistema actual es de listas cerradas y bloqueadas, parece más lógico que se imponga un sistema de LISTA CERRADAS NO BLOQUEADAS por el que el votante puede tachar, dentro de cada lista, los candidato/as que no quieran votar, haciendo más personal el voto a los/las representantes.

 

En cuarto lugar, parece imprescindible que se establezca un sistema de incompatibilidades de cargos públicos, por el que una persona solo pueda ostentar un cargo y el que ya ocupa uno o bien no se pueda presentar a elecciones de otro ámbito, o bien esté obligado a dimitir del cargo anterior si sale elegido/a. El Parlamento de Andalucía ha aprobado recientemente una norma de este tipo, con la feroz oposición e incomprensible del P.P.

 

En quinto lugar, es un fenómeno frecuente y desde mi punto de vista, completamente inaceptable, la presencia en las listas de candidatos/as llamados “cuneros”, es decir, que no tienen nada que ver, ni residen en las circunscripciones por las que se presentan, pero los diversos partidos políticos los sitúan en las candidaturas, porque tienen que buscarles un lugar político.  Si un candidato/a no reside en la provincia de Sevilla, ¿va defender bien los intereses de una provincia que apenas conoce?  ¿No existen en esos partidos candidatos/as válidos residentes en toda la provincia para defender sus intereses? ¿No supone un cierto menosprecio para la ciudadanía de una circunscripción presentarle candidatos residentes en otros lugares?

 

En estas Elecciones tanto el primero de lista por Sevilla del P.P., Cristóbal Montoro, como el de Izquierda Unida, José Luis Centella, son totalmente ajenos a nuestra provincia.  En Izquierda Unida no es frecuente este fenómeno, que corresponderá a necesidades internas del momento del partido, porque el candidato propuesto, a diferencia de otros miembros de I. U. como Gaspar Llamazares, tampoco es que sea de una gran brillantez, ni aporta nada especialmente destacable, pero en el Partido Popular es la norma.  De hecho en todas las Elecciones Municipales celebradas en Dos Hermanas en las que se ha presentado el P.P., siempre han tenido candidatos cuneros y en estos momentos hay dos concejales que no tienen la más mínima vinculación con nuestro municipio, aunque ostenten cargos en su partido en otros niveles.  Para los partidos que utilizan este método, es más importante resolver sus cuestiones internas de colocar a políticos, que tratar de presentar candidatos/as que conozcan bien la realidad de sus representados/as, para poder defender mejor sus intereses.

 

Esto se resolvería fácilmente modificando la Ley Electoral para exigir, como en otras tantas cosas, que para ser candidato/a de un municipio o provincia, haya que llevar un mínimo de dos años censado en esa circunscripción.

 

Estas reformas avanzarían, probablemente,  en una mejor y mayor profundización democrática, aunque no deben ser obstáculo para participar activamente en las Elecciones del día 20, votando libremente, ejerciendo un derecho tan fundamental como la democracia.

 

Dos Hermanas, 11 de noviembre de 2011

Antonio Morillas Rodríguez